Y al gato le proporcionó un sabroso ratón. Sin curiosidad, aun viviríamos de la caza-recolección, no conoceríamos el fuego, nos cubriríamos con taparrabos de piel de conejo y veríamos con temor los rayos de la tormenta. Así que menos acojonarse y más querer saber por qué pasan las cosas, puñeta .
Trabajo en una empresa de traducción. Salgo a correr dos veces a la semana, juego al tenis y me gusta nadar de vez en cuando. Siempre llevo una libreta donde voy dibujando y anotando todas las frases que se me ocurren.
Ver todas las entradas de Parsei R. Caruan